Porque estimula al niño y al mismo tiempo serena y tranquiliza.
Esto gratifica a los padres.
La observación y compañía de la Pintura tranquiliza , pero que el niño realice esta actividad, también.
No será difícil que el niño se anime a pintar, puesto que imitan lo que ven, mucho mejor si los padres pintan, claro.
Si el niño se anima a pintar, usted puede acompañarlo.
Esto ayudará a que el niño desarrolle la creatividad, la comunicación, la expresión...se abre un camino que solo ofrece elementos positivos... así que...¿por qué no?
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